Un año era mucho tiempo ya para la sequía, entonces la regó hoy, a los 11 meses. En Monte-Carlo, Principado de Mónaco, Rafa defendió los puntos como hizo en los últimos 6 años. Nadal se encargó de eliminar todo tipo de expectativa de partidazo, de partido difícil o por lo menos de un partido parejo. Limpió de la cancha a Fernando Verdasco en una hora y 25 minutos por 6-0 6-1. Fue todo para el campeón: le quebró el saque 6 de las 14 veces que pudo a su rival y salvó las 5 chances en contra. Lo superó en tiros ganadores, menos errores no forzados, todo. Siempre tuvo el hilo del partido, nunca se le escapó. Simplemente un monólogo. Un monólogo que abarcó todos los encuentros que disputó, desde la primera ronda hasta la final. Arrasó con todos sus adversarios y fue poco generoso con ellos, ya que no cedió ni un set a lo largo del torneo (como en 07 y 08)
Por otro lado, cabe decir también que Verdasco pidió médico en el primer set por una molestia en el cuello, algo que, si bien no pareció fundamental o determinante, pudo haber condicionado su rendimiento. Con este triunfo Nadal estiró a 10 victorias contra ninguna el historial entre los dos españoles zurdos.
De esta forma el mallorquín se convirtió en el único tenista de la era abierta en ganar un título por sexta vez consecutiva y alcanzó los 15 Masters 1000 ganados, igualando así a Federer. El que lidera esta tabla es el ya retirado Andrea Agassi con uno más.
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