martes, 31 de agosto de 2010

Un triunfo con las camisetas



Después del casi infarto que le provocó, seguramente, a Tito Vázquez por su inconveniente en el tobillo y de malograr un match point en el tie-break del cuarto set y terminar perdiéndolo, David Nalbandian le ganó al nacido en Italia, pero nacionalizado sudafricano, Rik de Voest, 231 del ranking mundial de la ATP, por 7-6, 3-6, 6-4, 6-7 y 6-4, en 4 horas de lucha constante. Un partido mucho más complicado de lo que se podía esperar, ya que el unquillense está 200 escalones más arriba que el proveniente de la clasificación, pero
aún así, este último, se las ingenió para acomodarse al ritmo de pelota del argentino y aquí tuvo su mayor mérito, el mostrar un buen tenis cuando el rival, de clara superioridad, no lo hizo hoy. Fue otra de esas tantas victorias del cordobés, que tiene acostumbrado a sus fanáticos, en las que estira el sufrimiento propio y ajeno por más tiempo del supuesto.

Finalmente, Nalbandian accedió a la segunda vuelta del tercer Grand Slam del año gracias a su nombre, o como dirían los futboleros, "le ganó con la camiseta" (o mejor dicho, con las, ya que la cambió tres veces), porque cuando estaba muy, pero muy cansado, remontó un quiebre en contra en la última manga, a fuerza de pura voluntad y de presionar atacando. Estuvo muy irregular; culminó con 84 errores no forzados, demasiados para lo que es su tenis.
Por el lado de enfrente, al nacido en Milán le pesó tener que ser él quien le ponga el candado y cierre el encuentro, cometió fallas en el parcial decisivo que no tuvo en los anteriores y la presión, junto con los nervios, fueron artífices y protagonistas de su muy digna caída.

El cordobés ahora jugará contra el francés Florent Serra, mientras que Eduardo Schwank hoy arrancó con un triunfazo en cuatro frente al local Robin Ginepri e irá en segunda con otro francés, Arnaud Clement. Un anticipo de la semi que se aproxima en la Copa Davis. Horacio Zeballos, Juan Mónaco y Brian Dabul quedaron out del Abierto de Estados Unidos.
Con respecto al mezquino tenis femenino argentino, Gisela Dulko será, una vez más, la única y solitaria representante criolla en un Grand Slam.