lunes, 10 de mayo de 2010

El responsable


A Independiente se le escapó un torneo increíble, impensado, ya tenía todo cocinado, la mesa puesta, los cubiertos, todo, todo. Le faltaba solamente servirse y disfrutar. Pero lejos de ser así fueron las cosas. Desde aquella inesperada derrota frente al Lobo Platense allá en el Bosque, se vino todo abajo. El conjunto de avellaneda perdió 3 puntos contra un Gimnasia que no le ganaba a nadie y, dicho sea de paso, ayer quedó sentenciado a jugar la promoción como la temporada pasada. 3 puntos claves como los que dejó en la fecha siguiente, cuando cayó contra, otro equipo que poco y nada hizo en el Clausura, San Lorenzo. Pero no quedó ahí, siguió para el resto del torneo: empató contra Huracán y se le escaparon otros 2 puntos importantísimos, perdió nuevamente, contra Boca, que pese a ser un grande está pasando un momento crítico, lleno de problemas dirigenciales y futbolísticos por doquier. No se puede pretender salir campeón habiendo sacado sólo 4 puntos de los últimos 18, incluyendo el partido de ayer. Hasta el mencionado encuentro perdido en manos de Gimnasia de La Plata, Independiente se mantuvo en la punta exclusivamente por los guantes de su arquero y figura Gabbarini, por los chipazos de Mareque o de Piatti y los aportes tanto en ataque como en defensa del Cuqui Silvera. Mientras estos pilares, en especial el arquero, tenían actuaciones descomunales todo parecía encaminarse a un nuevo título de la mano del Tolo, sin embargo, cuando más tarde comenzaron a flaquear o simplemente a no ser tan determinantes, el equipo descarriló.

Es verdad que al Tolo se le bajaron muchos titulares por lesión a lo largo del torneo y antes de comenzado también, pero llega un momento del partido que el mismo partido te pide que vayas a buscarlo, tengas los jugadores que tengas, con una idea de juego buena, mala, fea, vistosa, pero si ni siquiera está la actitud de ir a ganar...en cualquier momento te ibas a caer. En todos los partidos nombrados anteriormente se confundió con los cambios y forma de enfrentar a los rivales, que eran evidentemente inferiores, porque el plantel rojo se caracteriza por tener mayoría del medio hacia adelante y de buen pie, en cambio, no posee gran cantidad y calidad de defensores.

Ya lo de ayer fue muy alevoso, la gota que rebalsó el vaso, el colmo. Ganando 3 a 1 cómodo, cuando quedaban 15 minutos para que finalize, jugando no del todo bien pero sí creando chances clarísimas de gol, con un Argentinos que ya entraba en la desesperación, en la locura de pegar y disparar para el arco contrario, todo dado para que el rojo gane 5 a 1 con 2 o 3 tipos demás, pero el soberbio DT hizo los cambios que ni tendría que haber hecho y todo se cayó en un pestañear. Él mismo se encargó de revivir un Bicho totalmente aplastado, sin ninguna expectativa de nada, resignado por completo. Sacó a Nuñez que era el mejor de la tarde. Luego saca a Fredes y pone a el pibe Fernando Godoy que nunca supo de que entró y para cerrar con un moño metió al ex Godoy Cruz Gabriel Vallés, que juega de 4, lugar que ocupaba el Tano Vella, es decir, terminó con 3 jugadores en los últimos 50 metros por la banda derecha. Inentendible.

De esta menera, mantieniendo esa impronta ultradefensiva a lo largo del certamen jugó este Independiente de Américo Gallego que se le escurrió el jabón de las manos.
Igualmente por lo hecho en el campeonato pasado y el actual ya se confirmó como participante de la próxima Sudamericana y quedó muy cerca de la Libertadores. La última Copa que jugó fue en el 2004, cuando fue eliminado en primera ronda de la Santander (entró por el título logrado con Gallego como DT la temporada anterior).






1 comentario: