"Si tuviese cabeza estaría entre los 20 del mundo", exclamó con algo de resignación un allegado al tenista Pablo Cuevas, cuando terminó el segundo set del encuentro, que finalmente ganó José Acasuso en el tercer y último parcial por un fácil y contundente 6-1. Aquella frase se debió a que el uruguayo tenía el pase a cuartos del ATP Copa Claro ya casi en el bolsillo. Se había adjudicado el primero en un parejo tie-break y luego, con un "Chucho" casi entregado, tuvo 3 chances para romperle el servicio al misionero y ponerse 4-1 en el segundo set, pero rifó 3 derechas seguidas y a partir de allí, pese a que luego sacó para match 5-3, todo se dio vuelta. Cuevas se fue del partido. Dejó de golpear la bola y agrandó la figura de un Acasuso que le empezó a pegar a cualquier cosa que le pasará cerca de su raqueta. El argentino terminó llevándose el pase a cuartos en un lindo partido de tenis en una tarde, muy calurosa, por cierto, del Buenos Aires.
Cuevas, nacido en Concordia, Entre Ríos, Argentina, hijo de padres uruguayos, que al poco tiempo de su nacimiento se mudaron a aquel país por cuestiones laborales, decidió nacionalizarse y hasta jugó Copa Davis para la celeste. "Es casi argentino, vive a 20 cuadras de acá (del Buenos Aires Lawn Tennis Club, donde se desarrolla la Copa Claro), su novia es argentina, es hincha de Independiente..", deslizó este personaje que bien conoce al tenista, aclarando lo que siente el propio Cuevas.
El 74º del mundo no está teniendo un buen inicio de temporada. Esta segunda ronda en Buenos Aires fue lo mejor que hizo hasta aquí. En todos los torneos que se presentó anteriormente, quedó eliminado en primera.
A los 25 años recién cumplidos busca mejorar ese 45 del mundo que encontró el 12 del octubre del 2009. Tenis tiene, la derecha le corre y un muy buen revés a una mano. Será cuestión de acomodar la cabeza.
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