lunes, 12 de julio de 2010

El vamos interminable


Y otra serie terminó con el ¡vamos! de David Nalbandian. Ese grito de alegría que ya tiene a todos los argentinos acostumbrados y más aún cuando el tenista unquillense juega por la Davis. Esta vez fue doble, ya que ganó sus dos puntos: el primer singles y el último para cerrar el 3-2 y así llegar a las semifinales, para acortar un poquito la desesperada búsqueda de la Ensaladera de Plata, que tan negada está con venir para acá. El viernes liquidó a Davydenko. El domingo a Youzhny. El denominador común entre ambas jornadas: no perdió ni un set.

Apareció ese héroe albiceleste, que se privó de estar en el torneo más importante del circuito, Wimbledon, con el fin de prepararse y llegar lo mejor posible a los cuartos de final contra un equipo ruso durísimo y contra una superficie bastante brava, pero el cordobés dijo presente, otra vez. Pese a que el mismo Davydenko, luego del primer encuentro de la serie, afirmó no sentirse cómodo con la carpeta que eligieron para jugar los que manejan el tenis en Rusia, los de Tito Vázquez no contaban con dos de sus mejores jugadores, Del Potro y Mónaco, lo que sumaba otra desventaja extra al comienzo de los tres días de acción. En especial por el último ganador del Us Open, que a priori es el que mejor se desenvuelve en este tipo de canchas, en las que la pelotita pareciera volar. Aquí es cuando el Rey David saca toda su mística copera y su mejor tenis desemboca en ese círculo con cuerdas y un grip.

Por otro lado, el individual del erudito en materia Davis, con este triunfo subió 42 puestos en el ranking de la ATP y quedó 111 del mundo y alcanzó las victorias 31 dentro de este torneo, para superar a José Luis Clerc, quien mantenía el récord de 30.

En la próxima instancia, Argentina jugará frente a Francia de visitante. Nuevamente a lucharla.

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